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Los abanicos del Caudillo

Los abanicos del Caudillo

Los abanicos del Caudillo


Hace años, me impresionó un argentino que había analizado el famoso soneto de Góngora ‘Mientras por competir con tu cabello’ y, aplicándose a fondo, lo había aligerado de todo lo que consideraba ganga (isometría, rimas, formulaciones tópicas). Al final, quedaban cinco o seis palabras en prosa que, al parecer de nuestro estudioso, concentraban la esencia del poema, aquello que se encontraba sólo en éste y no suponía una repetición enojosa de otros previos, o una concesión al esquema-sonajero del soneto. He recordado la anécdota hojeando los versos completos de Ramón Irigoyen, recién publicados en Visor. Las 310 páginas de su Poesía reunida (1979-2011) evidencian que, después de todo, es un poeta de pocas palabras. La cosa es aún más evidente si se considera la peripecia del segundo libro de poemas que publicó, Los abanicos del Caudillo (1982). El libro incluye un apartado en el que se recoge la polémica que se planteó cuando Irigoyen, que había recibido una ayuda del Ministerio de Cultura para la creación literaria, se encontró con que el jurado (formado, entre otros, por Antonio Tovar y Torrente Ballester) le denegaba el cobro de la segunda parte de la beca por estimar que no había trabajado suficiente. Como aclara Irigoyen, lo que sucedió fue que el libro comenzó siendo un largo poema enterizo de más de 900 versos, La hoz y los zarcillos. Cuando llegó la hora de presentar ante el jurado el material que Irigoyen había elaborado durante los meses en que disfrutó de la ayuda del MEC, los ilustres lectores se encontraron con que, en vez de añadir nada, el poeta había reducido el material de partida a 350 versos, organizados ahora con un título distinto y dispuestos en 14 secciones o movimientos. Donde Tovar y cía. vieron choteo, Irigoyen nos asegura que hubo un trabajo ímprobo de decantación, guiado por las sugerencias de un lector inmejorable, Gil de Biedma. Ramón Irigoyen es autor de 16 libros de obra original. Ha publicado también 15 libros de traducciones del griego antiguo y moderno. "Descomunal poeta" (Juan García Hortelano) "Ya era hora, coño, de encontrar una gran prosa castellana, nueva, vieja y eterna" (Francisco Umbral, Premio Cervantes) Ramón Irigoyen ha publicado en la EDITORIAL VISOR su Poesía reunida (1979-2011), que agrupa cuatro libros: Cielos e inviernos (1979), Los abanicos del Caudillo (1982), Romancero satírico (libro inédito) y La mosca en misa (libro inédito).

Sin stock 12.00 €

Hace años, me impresionó un argentino que había analizado el famoso soneto de Góngora ‘Mientras por competir con tu cabello’ y, aplicándose a fondo, lo había aligerado de todo lo que consideraba ganga (isometría, rimas, formulaciones tópicas). Al final, quedaban cinco o seis palabras en prosa que, al parecer de nuestro estudioso, concentraban la esencia del poema, aquello que se encontraba sólo en éste y no suponía una repetición enojosa de otros previos, o una concesión al esquema-sonajero del soneto. He recordado la anécdota hojeando los versos completos de Ramón Irigoyen, recién publicados en Visor. Las 310 páginas de su Poesía reunida (1979-2011) evidencian que, después de todo, es un poeta de pocas palabras. La cosa es aún más evidente si se considera la peripecia del segundo libro de poemas que publicó, Los abanicos del Caudillo (1982). El libro incluye un apartado en el que se recoge la polémica que se planteó cuando Irigoyen, que había recibido una ayuda del Ministerio de Cultura para la creación literaria, se encontró con que el jurado (formado, entre otros, por Antonio Tovar y Torrente Ballester) le denegaba el cobro de la segunda parte de la beca por estimar que no había trabajado suficiente. Como aclara Irigoyen, lo que sucedió fue que el libro comenzó siendo un largo poema enterizo de más de 900 versos, La hoz y los zarcillos. Cuando llegó la hora de presentar ante el jurado el material que Irigoyen había elaborado durante los meses en que disfrutó de la ayuda del MEC, los ilustres lectores se encontraron con que, en vez de añadir nada, el poeta había reducido el material de partida a 350 versos, organizados ahora con un título distinto y dispuestos en 14 secciones o movimientos. Donde Tovar y cía. vieron choteo, Irigoyen nos asegura que hubo un trabajo ímprobo de decantación, guiado por las sugerencias de un lector inmejorable, Gil de Biedma. Ramón Irigoyen es autor de 16 libros de obra original. Ha publicado también 15 libros de traducciones del griego antiguo y moderno. "Descomunal poeta" (Juan García Hortelano) "Ya era hora, coño, de encontrar una gran prosa castellana, nueva, vieja y eterna" (Francisco Umbral, Premio Cervantes) Ramón Irigoyen ha publicado en la EDITORIAL VISOR su Poesía reunida (1979-2011), que agrupa cuatro libros: Cielos e inviernos (1979), Los abanicos del Caudillo (1982), Romancero satírico (libro inédito) y La mosca en misa (libro inédito).

Datos del producto

Editorial: VISOR LIBROS, S.L.
ISBN: 9788475221502
Publicación: 07/2019
Formato: Rústica
Idioma: Español
Número de páginas: 55

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