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La Fada

Drama líric en un acte

La Fada

La Fada

Drama líric en un acte


La Fada es una ópera de influencia wagneriana -melodía sin fin, orquestación aparatosa a tenor de los gustos de la época, valor emblemático del argumento- que descansa en uno de los Croquis pirinencsque Jaume Massó i Torrents recogió, junto con otros amigos, en los trabajos de campo que, de manera muy romántica y atrevida, realizaban a finales de siglo los primeros etnomusicólogos de fortuna. Dos familias enfrentadas en las nieblas medievales, dos amantes -Jausbert de Paracolls y Gueralda de Évol- que nada saben de enfrentamientos y que huyen de la llanura a la montaña con el fin de poder gozar de su pasión; la intervención de un personaje de ficción, la fada de l’estany (el hada del lago), propio de la literatura romántica, a veces benefactor y en otros casos -sobre todo en las tradiciones germánicas- perverso como Lorelei, decide el duelo entre el padre de Gueralda y Jausbert, de manera que, una vez muerto éste, el hada se lo lleva al fondo de l'Estany Negre. La extensión de la ópera es de aproximadamente 45 minutos. La tesitura de las voces no es aguda, ya que casi siempre se mantiene dentro el registro medio y con un lenguaje en buena medida atonal. La partitura está escrita para gran orquesta, destacándose en ella el metal, especialmente las cuatro trompas. Una estrecha colaboración de estamentos hizo posible el acto del estreno: si Massó sirvió el libreto y Morera la música, Rusiñol pronunció el discurso inaugural de la Fiesta Modernista, en el que elogió los aciertos de uno y otro; Miquel Utrillo pintó el cartel de la sesión, que, además de anunciar el acto e indicar sus protagonistas, destacó el papel del hada del lago, una bella doncella prerrafaelita que nada tiene que ver con la perversidad del verdadero protagonista; Labarta diseñó el vestuario, situado ingenuamente en el mismo mundo medieval en el que Wagner había situado La Walkiria u otras muchas de sus producciones. La compañía de ferrocarriles puso a la disposición un tren especial para facilitar el traslado y, finalmente, el público puso su voluntad de estar presente en un acto que se preveía multitudinario, como así fue, llenando hasta los topes la sala del teatro. Las sopranos Elisa de Petri y Amanda Campodonico, el tenor Morales, el coro del Liceo y una orquesta preparada para la ocasión hicieron posible un resultado que quedó en la memoria colectiva como punto de referencia.

Sin stock 77.25 €

La Fada es una ópera de influencia wagneriana -melodía sin fin, orquestación aparatosa a tenor de los gustos de la época, valor emblemático del argumento- que descansa en uno de los Croquis pirinencsque Jaume Massó i Torrents recogió, junto con otros amigos, en los trabajos de campo que, de manera muy romántica y atrevida, realizaban a finales de siglo los primeros etnomusicólogos de fortuna. Dos familias enfrentadas en las nieblas medievales, dos amantes -Jausbert de Paracolls y Gueralda de Évol- que nada saben de enfrentamientos y que huyen de la llanura a la montaña con el fin de poder gozar de su pasión; la intervención de un personaje de ficción, la fada de l’estany (el hada del lago), propio de la literatura romántica, a veces benefactor y en otros casos -sobre todo en las tradiciones germánicas- perverso como Lorelei, decide el duelo entre el padre de Gueralda y Jausbert, de manera que, una vez muerto éste, el hada se lo lleva al fondo de l'Estany Negre. La extensión de la ópera es de aproximadamente 45 minutos. La tesitura de las voces no es aguda, ya que casi siempre se mantiene dentro el registro medio y con un lenguaje en buena medida atonal. La partitura está escrita para gran orquesta, destacándose en ella el metal, especialmente las cuatro trompas. Una estrecha colaboración de estamentos hizo posible el acto del estreno: si Massó sirvió el libreto y Morera la música, Rusiñol pronunció el discurso inaugural de la Fiesta Modernista, en el que elogió los aciertos de uno y otro; Miquel Utrillo pintó el cartel de la sesión, que, además de anunciar el acto e indicar sus protagonistas, destacó el papel del hada del lago, una bella doncella prerrafaelita que nada tiene que ver con la perversidad del verdadero protagonista; Labarta diseñó el vestuario, situado ingenuamente en el mismo mundo medieval en el que Wagner había situado La Walkiria u otras muchas de sus producciones. La compañía de ferrocarriles puso a la disposición un tren especial para facilitar el traslado y, finalmente, el público puso su voluntad de estar presente en un acto que se preveía multitudinario, como así fue, llenando hasta los topes la sala del teatro. Las sopranos Elisa de Petri y Amanda Campodonico, el tenor Morales, el coro del Liceo y una orquesta preparada para la ocasión hicieron posible un resultado que quedó en la memoria colectiva como punto de referencia.

Datos del producto

ISBN: 9788480209168
Publicación: 11/2010
Formato: Libro papel
Número de páginas: 256

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