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El obispo Fidel García (1880-1927)

La diócesis de Calahorra y la Calzada tras el concordato de 1851

El obispo Fidel García (1880-1927)

El obispo Fidel García (1880-1927)

La diócesis de Calahorra y la Calzada tras el concordato de 1851


Fidel García Martínez ingresaba en el Seminario para pobres que los jesuitas habían fundado en Comillas al mismo tiempo que la antiquísima Diócesis de Calahorra y La Calzada iniciaba un período de evidente declive como consecuencia del Concordato de 1851, que separó de ella a las provincias vascas y que prescribía el traslado de la capital diocesana de Calahorra a Logroño. Mientras Fidel García adquiría una formación muy superior a la mayoría de los eclesiásticos de la época, la Diócesis calagurritana ve estallar un conflicto que tiene su punto culminante en el “motín de 1892”. Fue una revuelta social y política que tuvo enorme repercusión nacional e internacional. Esta lucha no sólo enfrentó a dos ciudades, Logroño y Calahorra, sino también a dos importantes líderes nacionales. Así el riojano, varias veces Presidente del Gobierno, Sagasta defenderá con ardor a Logroño mientras que el Cardenal Cascajares, que aspiraba a crear un partido católico y que había sido su último obispo, peleará por Calahorra. El resultado fue la orfandad de la diócesis que quedó sin “obispo propio” durante treinta y seis años. Mientras esto ocurría Fidel García aprendía las dificultades de su trabajo sacerdotal en la complicada situación social de lugares como la cuenca minera asturiana. Su posterior destino en Palencia le procura una feligresía más permeable a sus ideas y se implica en el sindicalismo católico agrario y en el movimiento social católico en general. En 1921 es consagrado obispo contra su voluntad. Su destino: la diócesis de Calahorra y La Calzada en calidad de Administrador Apostólico. Serán su proyección exterior y su entregada dedicación los que le llevarán a resolver el conflicto que dejó a la diócesis sin obispo hasta 1927. *** Maria Antonia San Felipe Adán nacida en Calahorra (La Rioja) en 1957. Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza y Diploma en Estudios Avanzados en Ciencias Humanas y Sociales (área de conocimiento Historia Contemporánea) por la Universidad de La Rioja. Es Investigadora Agregada del Instituto de Estudios Riojanos. Ha publicado junto con otros autores La Rioja 1936. Jirones de la Historia en 2007.

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Fidel García Martínez ingresaba en el Seminario para pobres que los jesuitas habían fundado en Comillas al mismo tiempo que la antiquísima Diócesis de Calahorra y La Calzada iniciaba un período de evidente declive como consecuencia del Concordato de 1851, que separó de ella a las provincias vascas y que prescribía el traslado de la capital diocesana de Calahorra a Logroño. Mientras Fidel García adquiría una formación muy superior a la mayoría de los eclesiásticos de la época, la Diócesis calagurritana ve estallar un conflicto que tiene su punto culminante en el “motín de 1892”. Fue una revuelta social y política que tuvo enorme repercusión nacional e internacional. Esta lucha no sólo enfrentó a dos ciudades, Logroño y Calahorra, sino también a dos importantes líderes nacionales. Así el riojano, varias veces Presidente del Gobierno, Sagasta defenderá con ardor a Logroño mientras que el Cardenal Cascajares, que aspiraba a crear un partido católico y que había sido su último obispo, peleará por Calahorra. El resultado fue la orfandad de la diócesis que quedó sin “obispo propio” durante treinta y seis años. Mientras esto ocurría Fidel García aprendía las dificultades de su trabajo sacerdotal en la complicada situación social de lugares como la cuenca minera asturiana. Su posterior destino en Palencia le procura una feligresía más permeable a sus ideas y se implica en el sindicalismo católico agrario y en el movimiento social católico en general. En 1921 es consagrado obispo contra su voluntad. Su destino: la diócesis de Calahorra y La Calzada en calidad de Administrador Apostólico. Serán su proyección exterior y su entregada dedicación los que le llevarán a resolver el conflicto que dejó a la diócesis sin obispo hasta 1927. *** Maria Antonia San Felipe Adán nacida en Calahorra (La Rioja) en 1957. Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza y Diploma en Estudios Avanzados en Ciencias Humanas y Sociales (área de conocimiento Historia Contemporánea) por la Universidad de La Rioja. Es Investigadora Agregada del Instituto de Estudios Riojanos. Ha publicado junto con otros autores La Rioja 1936. Jirones de la Historia en 2007.

Datos del producto

ISBN: 9788496487345
Publicación: 12/2008
Formato: Rústica
Idioma: Español
Número de páginas: 460

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