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Mundo libelista - Entrevistas Libelista

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"Aquí acudían los maestros, procedentes de la Institución libre de Enseñanza. Eran personas lectoras y amantes de los libros, y aquí encontraron, muchos de ellos, su segunda casa. De hecho, Cervantes era conocida también como la Casa de los Maestros."

 

 

P: En 2021 la librería Cervantes cumplirá 100 años. ¿Cómo resumirías en una palabra todo este tiempo al servicio de la literatura?

R: Pasión.

 

P: Explícanos vuestro secreto.

R: Amor incondicional al libro y a la lectura.

 

P: ¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de la librería?

R: Desde la perspectiva de una niña de posguerra, me ha quedado grabado, especialmente, un recuerdo: ver a mi padre enfrentarse a las inspecciones súbitas y periódicas de censores de la ley. Todo su trabajo podía derrumbarse en un momento según qué decisiones se fueran a tomar.

 

P: ¿Cómo era la vida en una librería en los años 30?

R: Evidentemente, yo no la viví desde dentro en esa época, pero sé, por lo que me contó, posteriormente, mi padre, que se vivió esa época con mucha ilusión, ya que Cervantes estaba especializada en el mundo docente, con lo cual aquí acudían los maestros, procedentes de la Institución libre de Enseñanza. Eran personas lectoras y amantes de los libros, y aquí encontraron, muchos de ellos, su segunda casa. De hecho, Cervantes era conocida también como la Casa de los Maestros. Esto es muy satisfactorio e ilusionante.

 

P: ¿Cómo era trabajar con tu padre?

R: Yo empecé a trabajar con 22 años, en el 57, y aparte el choque lógico entre padre/ hija, yo admiraba mucho a mi padre, que era autodidacta, pero con una capacidad increíble para aprender y mejorar día a día.

 

P: ¿Tuviste opción de dedicarte a otra cosa?

R: Sí porque tengo la carrera de Magisterio, y la licenciatura en Filosofía y Letras. Incluso saqué oposiciones y tenía escuela en propiedad.

 

P: ¿Que tenéis en cuenta a la hora de recomendar libros a vuestros lectores?

R: La edad, sexo, formación. Es muy importante saber qué último libro le ha gustado.

 

P: Tenéis uno de los espacios dedicados a la literatura infantil y juvenil más importantes de España. ¿Han cambiado los hábitos lectores de los niños?

R: Sí, en estos tiempos, los niños maduran más rápidamente. Hoy son adolescentes a los 11/12 años.

 

P: ¿Para ti cuál ha sido el mejor y el peor momento que ha vivido la librería Cervantes desde sus inicios?

R: El peor, cuando mi padre fue sancionado por tener libros “prohibidos” (Ruedo Ibérico, Alberti, Picasso…); el mejor, cuando nos dieron en 2002 el Premio Librero Cultural.

 

P: ¿Qué significa la librería para Oviedo y Oviedo para la librería?

R: Quiero pensar que para Oviedo somos un referente y para nosotros Oviedo es todo, nuestra casa.

 

P: Sois ejemplo de adaptación a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías. ¿Renovarse o morir?

R: Naturalmente. En el año 1986 abrimos la librería actual (antes estábamos en un pequeño local alquilado). Entonces, vimos la necesidad urgente de informatizarnos, y fue, francamente, difícil, pues no había entonces ningún programa informático del volumen y capacidad que precisábamos. No lo conseguimos hasta 1980, y aún así fuimos pioneros.

 

P: ¿Qué otras librerías te gusta visitar de vez en cuando?

R: Visito siempre las que no conozco, aquéllas de las que me hablan los clientes viajeros.

 

P: ¿De verdad que te has jubilado?

R: Quiero creer que sí, pero los temas culturales sigo haciéndolos con la ayuda de una periodista amiga. De todas formas, siendo sincera, tengo que decir que hago lo mismo que hacía mi padre, que murió con 96 años y venía a la librería, incluso, en silla de ruedas.

 

P: ¿Nos recomiendas algunas novedades que te hayan gustado?

R: De lo último que he leído me ha encantado la trilogía de Marcello Fois, que ha editado Hoja de Lata, y una novela que está a punto de salir, y ya he tenido el privilegio de leer, que edita Duomo y se titula “La retornada”.





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