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Entrevistes Libelista - Bernat Ruiz Domènech


1. ¿Qué libros encontraríamos por ahora en la mesilla de noche de en Bernat Ruiz? ¿Nos sorprendería alguno?

Ahora mismo estoy leyendo ‘La desfachatezintelectual’, de Ignacio Sánchez-Cuenca, editado por Catarata. Es un libro que desenmascara el intelectual y escritor moralista que se supone que sabe de todo, gran columnista desde hace años, una figura muy ibérica. Sánchez-Cuenca es muy valiente y deja en evidencia patums como Fernando Savater, Félix de Azúa, Jon Juaristi, Antonio Muñoz Molina y un largo etcétera. Lo hace de manera analítica, es casi una disección.

No sé si alguien se sorprendería. Supongo que la sorpresa más evidente es que raramente leo ficción. A la pila de libros pendientes, cada vez más alta, ahora mismo tan solo hay ensayo o memorias.

Ignacio Sánchez-Cuenca

2. ¿Qué libros estás planeando leer próximamente?

Hay muchos, hace tiempos que decidí que el único vicio que tenía era leer libros y cuando se trata de comprar no tengo –ni me impongo– aturador, sea en papel o en digital. Esta es tan solo una selección de los libros pendientes (no forzosamente por orden). A continuación:

Libros pendientes

3. ¿Si tuvieras que recomendar un libro a Jeff Bezos, fundador de Amazon, cuál seria?

No acostumbro a recomendar libros si no me lo piden. Encuentro que es muy difícil si no conoces bien la persona. Raramente lo aciertan cuando me recomiendan un a mí, por lo tanto miro de no hacerlo con otras personas.



4. Cuál es el último libro que más te ha hecho pensar...

Todos me hacen pensar, de una manera u otra. Por eso leo ensayo, porque me gusta y mantiene muy engrasada la ‘máquina de pensar’.

Uno de los libros que más me han hecho pensar ha estado ‘Mortalidad’, de Christopher Hitchens, editado por Debate. Es una obra inevitablemente póstuma, inacabada, breve pero densa, que habla de su propia dolencia, del proceso que lo llevará a la muerte. Hitchens es ateo –como yo– y tiene una visión de la muerte muy interesante.

Christopher Hitchens

5. ¿A qué escritores, vivos o muertos, te gustaría invitar en casa a cena? ¿Y a tomar unos gintonics?

No soy mitómano, nunca he tenido ídolos, ni siquiera cuando se supone que se tienen que tener, a la adolescencia. Los autores, a las distancias cortas, dan sorprendidas, buenas y malas. No es que no quiera cenar con jefe de ellos pero sus libros me han dado suficientes satisfacciones como para no hacer experimentos. Si tengo que cenar con algún autor que haya leído prefiero que sea fruto de la casualidad.



6. ¿Qué tipo de lector eres de pequeño?

La literatura infantil me aburrió muy pronto y huía de la literatura juvenil, no me interesó nunca, siempre me pareció pueril y muermo; con esto no quiero decir que no tengan su valor y espacio, pero por varios motivos yo no conecté. Todavía ahora, cuando siento hablar de un libro como ‘El zoo d’en Pitus’ siento un tedio cósmico. Aun así era un niño y un adolescente curioso, voraz, chismoso, autodidacta. No he dejado de serlo pero ahora elijo algo más mis lecturas. Sé que me faltará tiempo, en esta vida, para leer todo el que me gustaría.



7. ¿Cuál es el último libro que has abandonado?

Prefiero no recordar los libros que he dejado, que no han estado más de diez en toda mi vida. He tenido suerte, acierto, instinto o todo ello a la hora. Supongo que no leer casi nada de ficción ayuda, porque cuando lo dejo no es porque el estilo o la ‘trama’ no se aguante, sino porque las ideas no se sostienen, esté o no de acuerdo.



8. Ahora una pregunta como experto en el sector editorial propiamente y en las nuevas tecnologías aplicadas a este: ¿cuál será la cadena del libro de aquí a 25 años? ¿Quién tenderá a tener más poder el autor o el editor?

Si en cinco años el paisaje ha cambiado muchísimo, no tengo ni idea de cómo será en 25 años. Pero como se supone que de este tema sé un poco daré algunas respuestas porque, de aquí a 25 años, quienes quiera pueda decirme que me equivoqué:

El mercado del libro será, en general, más pequeño. Hay otras formas de ocio, aprendizaje y cultura que le comerán terreno. Ya está pasando e irá además.

El autor tendrá más poder y el autor independiente, que se autoedita, ayudado por profesionales también independientes, cogerá cada vez más protagonismo. Yo creo que a medio plazo la mayor parte del volumen de negocio del sector –del concepto de ‘sector’ también tendríamos de hablar mucho– vendrá de autores autoeditados.

El papel no desaparecerá, pero tan solo será presente allá donde realmente aporte valor añadido. En estos 25 años se invertirá la actual proporción y la gran mayoría serán lecturas digitales. La cadena analógica de valor será inevitablemente más eficiente.

Las librerías no desaparecerán, pero cerrarán muchísimas. El mercado, ya ahora, no soporta la actual red. Serán establecimientos especializados en cultura, más allá del libro, lugares donde pasen cosas. Ya vemos algunas así.

También desaparecerán muchas editoriales, fruto del aumento de los autoeditados y porque el mercado, como ya he dicho, será más pequeño. Las que queden serán mejores, más eficientes y afinadas. No tengo nada clara la supervivencia de los grandes grupos españoles. A medio plazo veo difícil la supervivencia de la rama editorial del Grupo Planeta si no hay un cambio de rumbo; el que pasa es que, como pasó con la Unión Soviética, el hermetismo de la casa no ayuda: cualquier día se hundirá, de la noche a la mañana, y todo el mundo se hará el sorprendido. Iría bien que el sector dejara de mirar hacia otra banda y hablara del comportamiento tóxico de Planeta en particular y de la FGEE en general.

Tampoco tengo nada claro a que denominaremos libro, porque las herramientas que permiten combinar diferentes medios y contenidos son cada vez más baratas y fáciles de usar. El libro tal como lo entendemos no desaparecerá, pero tendrá que convivir con híbridos a los que nos costará posar un nombre.



9. ¿Si escribieras un ensayo sobre la situación política actual en el Estado español qué título llevaría?

‘Crisis de 1898, reloaded’. Ya sabemos que a la historia las cosas siempre pasan dos veces: primero como tragedia, después como farsa.



10. ¿El reto más importante que tiene la lectura hoy en día es saber competir con otras fuentes de entretenimiento, que están al alcance que nunca de la gente en sus dispositivos electrónicos?

La lectura, sí. Pero esta será el que quieran los lectores. Son soberanos. Con la edición de libros la cosa es diferente, el principal reto es hacer algo que muy pocos editores han tenido que hacer en el pasado y que los hace mucha pereza: conocer de verdad su público y ser capaces de construir audiencias propias y –en la medida de lo posible– fidelizarlas. Hoy hay muchas herramientas que permiten hacerlo pero la gran mayoría de editores no parecen demasiado interesados.

 

 

Bernat Ruiz

 

Bernat Ruiz (Barcelona, 1975) es el autor del blog Verba volant , scripta manent, que a lo largo de los últimos años ha dirimido sobre los grandes asuntos del mundo de la edición, enfocando, sobre todo, su visión en torno a las nuevas tendencias que afectan la edición digital.

Ahora, dando muestras de la relevancia adquirida a raíz de sus publicaciones lo podéis leer a su nueva y estimulante página web www.bernat-ruiz.com.
Para saber más de en Bernat Ruiz Domènech podéis leer su biografía aquí.

Hay que destacar que en Bernat Ruiz fue uno de los miembros del Consejo Asesor de Liberdrac (antiguo Libelista) a lo largo del 2015.

@BernatRuiz





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