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Mundo libelista - Entrevistas Libelista

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1. Has tocado muchos géneros, la novela, el ensayo, la literatura de viajes... y como escritor perteneciente a la cultura Afterpop o la Generación Nocilla hibridas todos estos géneros. ¿Te identificas como parte de este movimiento literario y cultural?

Fue un malentendido de la prensa hablar de Generación Nocilla, ya que ni siquiera los que nos habían puesto esta etiqueta nos habían leído. Sin embargo, me siento muy cómodo con la idea de un movimiento abierto y mutante Afterpopde la mayoría de los escritores nacidos en los 60 - 70 que estamos dialogando con el mundo contemporáneo, las nuevas tecnologías y las nuevas realidades. No obstante, yo no aparezco en el libro de Eloy Fernández Porta "Afterpop" aunque alguien me ha ubicado en el mismo movimiento en wikipedia. En muchos casos han sido amigos y autores con los que estoy en sintonía y que se nos incluye en la antología Mutantes de Julio Ortega y Juan Francisco Ferrer los que me han inserido en el movimiento.

 

2. ¿Cómo consigues encajar el viaje en toda esta mezcla de géneros?

Eloy Fernández Porta fue el que primero habló de lo que yo escribía hace cerca de diez años con el concepto de ensayo en movimiento, con el que me siento muy cómodo porque realmente lo que me permite el viaje es pensar de un modo dinámico y es cuando viajo que camino y me muevo. Entonces, pienso con una lucidez y una calidad que me cuesta alcanzar en mi vida cotidiana. El viaje seria para mí el motor del pensamiento y también el modo de ubicar en una estructura más o menos coherente y más o menos abierta con elementos que a priori no tendrían más relación que la que yo encuentro cuando me muevo.

 

3. ¿Con este movimiento te refieres al viaje en el que te desplazas físicamente o en un viaje más metafórico, entendiendo el viaje como el curso de la vida? Hay que destacar que empezaste algunas de tus novelas durante el desarrollo de un viaje como en el caso de "Los muertos" o "Los huérfanos".

Me refiero, básicamente, al viaje físico y a la traslación geográfica. De hecho, "Los muertos" se me ocurrió durante un viaje por Oriente Próximo, "La brújula" la escribí entera viajando, "Australia. Un viaje" es un libro de viajes y "Librerías" es una especie de vuelta al mundo por las librerías más importantes y más influyentes de la historia. Siempre, en todos mis libros, hay viajes físicos y, evidentemente, si eso después no lleva a un viaje metafórico y a un viaje simbólico el viaje se agota, es importante este salto hacia el símbolo, pero parto siempre, yo diría, de viajes reales.

 

4. ¿Entonces, como símbolo, qué sentido tiene el viaje en la narración? ¿es un llegar a una meta?, ¿es un camino sin un fin que abordar?

A mí me interesa más la metamorfosis del propio viaje que lo que ocurre en el viaje en sí. No creo que la vida tenga una meta, ni que tenga un punto y final, el viaje sigue una vez llegas a casa y nunca sabes dónde te va a llevar. Yo cuando estaba en Estambul en el bazar de libros o cuando estaba en City Lights, en el Green Apple Books, de San Francisco no tenía ni idea de que cinco, diez o quince años después escribiría "Librerías, por mencionar alguna de mis obras. "Librerías" es una etapa de esos viajes que me ha llevado a otros destinos y, de esta manera el viaje se ramifica, crece, se multiplica, se hipervincula y nunca sabes dónde te va a acercar y de donde te va a alejar.  

 

5. En el viaje que realizas en "Librerías", obra por la cual quedaste nominado al Premio Anagrama de ensayo en el año 2013, te detienes en diferentes puntos en un mismo recorrido, el tema son las librerías a nivel mundial ¿Se parecen todas las librerías del mundo?, ¿Tienen algo en común que las caracterice a todas?

Las librerías se parecen, tienen una esencia, un espíritu similar y además tienen una cartografía parecida, es decir, cuando entras en una librería rápidamente te ubicas, te sitúas. Sabes que, por lo general, los libros que tienen que ver con la ciudad donde estás se encuentran en la entrada. Intuyes que, por lo general, hay una división por lenguas, géneros, etc. De modo que, aunque no hables el idioma, y esto me ha ocurrido en Tokio o en Marrakech, puedes localizar los libros y los temas que te interesen. Por esto, para mí, las librerías son una especie de albergue o refugio donde uno se siente a salvo.

 

6. Volvemos al contenido textual de tu obra. Tu narración tiene mucho de ficción, ¿qué porcentaje de realidad hay en la fantasía que narras?

La novela siempre es autobiográfica, por mucha imaginación que tengas siempre partes de algo real, algo vivido. Por algo vivido entiendo, también, lo que lees porque lo que estás leyendo lo percibes como una realidad en este momento. Si uno piensa en poéticas tan librescas y tan fantasiosas como las de Julio Verne o como las de Cesar Aira, se da cuenta que en sus obras hay gran variedad de componentes autobiográficos: Julio Verne trabajaba con material de biblioteca, de prensa y de almanaques de libros de viaje. Por otra parte, Cesar Aire dice que sus novelas, que son muy, muy locas; parten de su vida cotidiana, de lo que ve en la tele, de lo que oye en la radio, de lo que observa en la calle... De modo que, incluso en las poéticas más fantásticas, hay una base real. Toda la ciencia ficción norteamericana de los años 50, por ejemplo, habla de la Guerra Fría, hay aliens y obnis pero son rusos disfrazados metafóricamente y yo diría que lo mismo ocurre en mis novelas: "Los muertos", "Los huérfanos" y "Los turistas". Son novelas con elementos fantásticos y de ciencia ficción pero yo estoy hablando, sobre todo, de España, de Europa, del mundo contemporáneo y de cómo las sociedades de hoy gestionan su relación con la ficción, por un lado, y su relación con la memoria histórica, por otro.

 

 7. Me refería, más bien, a si esta ficción se convierte en un reflejo de la realidad, como puede ser una distopía. Por ejemplo, Juego de Tronos es una de las series más fantásticas que se encuentran en el panorama actual y, a la vez, es una representación del sistema político y de las relaciones de poder.

 Siempre se ha dado este doble juego. Juego, por un lado, con los dioses, los mitos, las leyendas, los dragones y los extraterrestres y por otro, con la crítica y el reflejo de la realidad que estás viviendo. En Los huérfanos, por ejemplo, casi todos los viajes que parece que hace Marcelo, el protagonista, yo los he hecho. Ahí, hablo de lugares donde yo he estado, pero, sin embargo, me focalizo en un bunker donde estuve en Pequín construido por Mao y de ahí salto, efectivamente, a la distopía, a la III Guerra Mundial, con un ancla en el presente. Dicho de otra forma, a partir de lo que está ocurriendo en el siglo XXI, disparo proyecciones hacia un futuro apocalíptico.

 

8. Otra de tus obras de ensayo, aparte de "Librerías", es "Teleshakespeare", donde hablas de las series americanas. ¿Qué serie elegirías como narración paralela a tu obra "Los muertos"?

"Los muertos" es una serie que yo elaboro en el libro a través de diferentes herramientas que me proporciona la literatura. Cuando yo empecé a escribir "Los muertos" en el 2008 no pensaba en ninguna serie que se pareciera, pero poco después se estrenó Black Mirror, que es la serie que más se parece a "Los Muertos" porque reflexiona sobre la pantalla, el píxel, la máquina y la relación de ésta con los seres humanos... y éste es un poco el trasfondo de "Los muertos".

 

9. A parte de las reflexiones sobre el mundo contemporáneo, la literatura de cultura Afterpop y la Generación Nocilla se caracterizan, como has comentado antes, por la fragmentación del texto, el contraste, el collage, las estructuras abiertas, etc. Estas técnicas pueden desembocar en una concepción del mundo caótica por parte del lector que los autores de la literatura postmoderna querían retratar mediante la experimentación de la escritura i la estructura narrativa. Sin embargo, Marcelo pretende volver al orden a partir del diccionario, ¿qué conexión puede guardar con autores como Jorge Luís Borges o Joseph Conrad?

Yo diría que, efectivamente, estos mecanismos como el collage, el fotomontaje, la fragmentación, el cubismo, la enumeración caótica pertenecen al mundo del modernismo y las vanguardias que llevan a la postmodernidad. Aquí mismo, en el Conde Duque acabo de visitar el despacho de Ramón Gómez de la Serna, que era una sala que él forraba con imágenes que él recortaba de libros y revistas creando un collage. De modo que ya hace más de un siglo que el collage es un procedimiento artístico más o menos normalizado, yo lo que hago es sentirme parte de esta tradición y de la de Gómez de la Serna, la de García Lorca, la de Borges, la de Cortázar, la se Stanislaw Lem, la de Nabokov o la de Ricardo Piglia e intentar llevar este legado a un ámbito en el cual no había estado, quizá, que es el de las series de televisión, Internet y el transmedia. Es decir, me parece que "Los muertos" o "Los huérfanos" son obras muy clásicas pero que abordan temas nuevos, temas contemporáneos.

Sobre la cuestión del sentido, efectivamente, en mi obra trabajo algo que en las series de televisión americanas no aparece y es que nunca hay alguien que sea capaz de interpretar el mundo como un conjunto, cosa que también ocurre en mis novelas: hay una fragmentación y una desorientación del sentido. En cambio, en mis ensayos esto no sucede, en "Librerías", pese a que me fijo en algo muy particular y muy menor, igual que en "Teleshakespeare" donde también me centro en algo muy particular como son las series de televisión, sí que intento a partir de lo micro hacer una aproximación a lo macro, aunque sea parcialmente.


11. Eres docente y director del Máster de Creación literaria de la Universidad Pompeu Fabra. ¿A un escritor nobel que acaba de empezar, le recomendarías comenzar su carrera literaria con este tipo de escritura que defiendes?

En el máster intentamos que el alumno lea toda clase de literatura que se produce y que se ha producido. Excepto los best sellers de baja calidad leemos todo tipo de tendencias literarias y de géneros porque, para nosotros, el Máster de Creación literaria es, sobre todo, un taller de herramientas para que cada alumno encuentre su camino, que tiene que ser diferente del camino del resto de sus compañeros y profesores. Así pues, no educamos en un método ni en una similitud, sino que intentamos educar en la diferencia.

 

12. ¿Cómo conseguís educar en la diferencia? La metodología tradicional en una clase es que el profesor se suba a la tarima y transmita conocimientos al grupo en global, de esta forma sólo puede entendérsele como algo unitario.

Cada profesor tiene una estética, una edad e, incluso, una procedencia muy diferente. Marcos Ordóñez es muy distinto de Flavia Company o José María Micó, que es el otro director del Máster; que a su vez es muy distinto a Martín Caparrós, Andrés Neuman o Eloy Fernández Porta, etc. Tenemos muchas generaciones, muchos países de procedencia, muchas estéticas y muchas poéticas. De esta manera, el alumno, a partir de los materiales que los profesores proponen, de las lecturas, de su propia trayectoria previa, de las discusiones en los talleres y de los trabajos que va desarrollando en el Máster, van creando la combinatoria de elementos que articularán su voz.

 

13. Es decir que el procedimiento consistiría en proporcionarle al alumno un conocimiento variado sobre tendencias literarias para que, en base a ellas, reflexione y experimente sobre el papel.

Sí, pero con la convicción de que el Máster es un punto de partida, no de llegada. Ahí empieza un proceso personal que, al cabo de unos años, pueden ser tanto dos o diez, consiga llegar a encontrar una voz personal.  Puede suceder que el alumno no transforme su estilo ni su visión de la literatura por lo que ha leído en el Máster, pero sí que puede ser que el libro que el profesor recomendó en su día y que el alumno, casualmente, recuerda cinco años más tarde suponga un referente. Para mí, el Máster es una semilla y, de nuevo, no hay una meta fija sino un camino en proceso de trabajo.

 

14. Si el objetivo es explorar, tu como escritor ya consolidado, ¿has llegado a alguna conclusión después de tanto indagar literariamente?, es decir, ¿Te has encontrado con algún límite, si es que lo hay?

La literatura es virtualmente infinita. La literatura y la escritura no tienen límites y si los hay son tan variables, tan indefinidos... si se puede decir que un límite es indefinido. Constantemente te estás reubicando. Me interesa mucho esta faceta del escritor que no esté quieto porque me interesa mucho la inquietud, la inquietud creativa, la inquietud por las lecturas y en la propia escritura. Todos mis libros son distintos, estructuralmente distintos e, incluso, estilísticamente distintos, creo que cada libro debe crear sus propias reglas. Así, un escritor es un explorador, es un viajero y siempre está en vías de acceder a un territorio que todavía no ha cartografiado.

 

15. A pesar de este continuo explorar en todas las direcciones posibles, se suele seguir un rumbo marcado por la tendencia literaria que guía el contexto histórico en el que está inmerso el autor. Esto es un poco inevitable a no ser que se trate del escritor que rompe con una corriente e inicia otra de diferente, aquí el autor ejercería de puente entre la una y la otra, como es el caso de Baudelaire, un autor situado entre la modernidad y la postmodernidad.

Estaba viendo esta mañana en el Museo Reina Sofía la obra de Wifredo Lam y la de Ulises Carrión, que también tiene una exposición monográfica. En los dos casos se trata de autores muy interesantes que lo que hicieron fue participar de los movimientos de su época cambiando su estética y sus objetivos según los contactos que establecían con autores determinados. No obstante, esta sintonía y conversación con grandes personalidades de su época, como Picasso, Breton o con el grupo Cobra en varias etapas de su vida, no dejaron de tener una coherencia en su trayectoria.

Yo creo mucho en las trayectorias vistas como una unidad de significado y la tradición y la ruptura siempre son como sístole y diástole.  Ningún autor rompe del todo ni es meramente tradicional, siempre hay un componente biográfico y personal para combinar influencias diversas que les haga ser verdaderamente originales. También puede ocurrir que, aunque los contemporáneos no lo veamos, en el futuro pueda considerarse original. Cervantes, por ejemplo, murió pensando que "El Quijote" no era nada especial y ahora es la obra más importante de aquella época.

 

16. Entonces, si los autores de hoy están en consonancia con la herramienta entorno a la cual gira nuestra sociedad, la tecnología, ¿crees que estamos ampliando los ámbitos literarios a través de los blogs, las bitácoras o la literatura trasmedia?

Yo creo que esto es otra constante, el autor siempre se ha relacionado con las tecnologías de su época. Como comentaba antes, en el despacho de Ramón Gómez de la Serna hay un collage en las paredes, él hablaba mucho de sus tijeras que sería la tecnología del collage. Todo el proceso de montaje que se relaciona con el cine y otros medios viene de la idea de cortar y pegar, una idea que ahora con el cut and paste tiene otra forma de manifestarse. De modo que la literatura en el siglo XXI en diálogo con internet, el trasmedia, las redes sociales, etc. lo que encuentra es un nuevo contexto tecnológico al que debe enfrentarse y al que debe sacar su máximo partido.  Creo que la literatura es un ingenio privilegiado para hacerlo.

 

17. ¿Qué tipo de viajero hay que ser para realizar una literatura transgresora? Es decir, supongo que no vale ser un turista de la masa que lleva a cabo un viaje lineal y superficial...

Creo que tiene que ver más con el modo en que tu lees el viaje que con el modo en que lo practicas porque el viaje que realizas puede ser más o menos convencional pero el modo en que tu lo conviertes en un discurso puede ser muy novedoso y muy rompedor. Yo diría que, si uno lee los grandes escritores viajeros, lo hace en su contexto y, seguidamente, reflexiona sobre los tiempos de hoy se da cuenta de qué elementos son ahora anacrónicos. Por ejemplo, no pienso que ya sea necesario en la literatura de viajes largas descripciones físicas y geográficas cuando con un click puedes ver fotos en Google imágenes o mapas en Google maps. No creo que haga falta, tal y como sucedía en el siglo XVIII - XIX, contar la historia de una ciudad en diez páginas cuando en wikipedia lo tienes al alcance de tu mano. De modo que lo que hay que hacer es pensar en qué mundo vives y llevar a los autores que te interesan y que te gustan de la tradición del viaje a tu propio contexto y a tus propios intereses.

 

18. ¿Para ti, ¿cuáles son los autores de viajes más importantes del siglo XXI?

En mi propia tradición y mis propios intereses me incumben autores mucho más clásicos como Ces Nooteboom o Juan Goytisolo juntamente con escritores más recientes que trabajan en otros lenguajes. Por ejemplo, en el mundo del cómic me interesa Joe Sacco, Guy DeLisle o Igort. Éstos son autores que trabajan el cuaderno de viajes y el libro de viajes en formato viñeta.

 

19. Sacco trata el viaje presentando la realidad de una forma muy crítica dejando más a un lado su propia experiencia viajera. Sus cómics son una reflexión e, incluso, una denuncia de lo que pasa a su alrededor.

Joe Sacco es periodista, entonces, efectivamente hay un interés en el otro más que en el uno mismo, en la historia, en los conflictos que él analiza, como el palestino o el de los Balcanes. Entonces, me interesa mucho la forma en que él habla de estas realidades a través no sólo de historias sino también de mapas, por ejemplo, que el cómic te permite integrar.

 

20. Hubo un programa de televisión en el que te definiste como "metaviajero".

Ésta es una etiqueta que trabajé en mi tesis doctoral que se llama "Viaje contra espacio" y ahí hable del "metaviajero", que sería un tipo de viajero muy contemporáneo que se define por tres características. En primer lugar, no va, sino que vuelve, es decir, que no pretende descubrir nada y sólo escribe sobre un lugar tras varios viajes y después de conocerlo profundamente. La segunda característica es que es muy consciente de las películas, los cómics, los libros y los poemas que se han escrito sobre el territorio, es un viajero muy textual.  La tercera característica es que es un viajero irónico que a menudo trabaja desde la perspectiva del turismo, como es el caso del fotógrafo Martin Parr, del cual me interesa mucho su mirada irónica hacia éste fenómeno o Michel Houellebecq, que también trabaja mucho el viaje y el turismo.

 

21. La ironía es reírse de lo que parece lógico para convertirlo en algo inverosímil ¿Cómo se maneja el "metaviajero" con la ironía en su viaje?

La ironía es una manifestación de la inteligencia, una forma de análisis de lo real a través de mecanismos no evidentes. También es una manera de reírte de ti mismo. Es muy importante darte cuenta de que no entiendes gran cosa cuando viajas: que estás traduciendo de un modo equivocado, que estás haciendo cosas muy turísticas pensando que eres muy original, etc. Hay que darse cuenta de que la mayor parte de viajeros que escribimos somos turistas culturales que peregrinamos a lugares donde estuvieron tal escritor, tal director de cine, tal actor, tal actriz... y que esto se ha vuelto tópico. Cuanta más conciencia irónica sobre ti tengas, mejor viajero serás y mejor podrás hablar del viaje que estás realizando.

 

22. Entonces, el viajero se siente como Alicia de Lewis Carroll en su viaje onírico donde no existe la lógica para ella, pero sí para los personajes con los que se va encontrando...

Totalmente, es una especie de Gullivert en Liliput. Te sientes muy torpe en esta realidad, no conoces los códigos como a me pasó en Japón y en China, por ejemplo. Cada vez que viajo al Caribe, al trópico, me ocurre que cuando llego siento que el matiz de la luz, el calor... todo me suena irreal. Entiendo la fascinación del surrealismo por depende de qué destinos exóticos porque es verdad que la textura del ambiente a veces se parece a la de los sueños, es una visión algo personal, subjetiva y un poco euro-céntrica, pero es lo que me ocurre. De modo que, efectivamente, la manera en el que vives estos viajes tiene una extrañeza que no tiene un viaje que hagas por Europa o por Estados Unidos.

 

23. A mí, personalmente, me pasa esto que cuentas cuando vuelvo del viaje. Me pregunto, ¿Esto realmente ha pasado?, ¿lo he soñado? Pienso siempre que ha sido un periodo de tiempo muy corto pero muy intenso en emociones y vivencias.

Exacto, se trata de la intensidad del tiempo y de la extrañeza del periplo.





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